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miércoles, 28 de septiembre de 2016

Todavía...

La primera vez fue un tropiezo improvisado: yo andaba sin saber hacia adónde y tú tratabas de ordenarte los dolores, sacándolos fuera para que se los llevara el aire y el tiempo...

La segunda vez, fue una sorpresa: yo, que nada esperaba, te sentí cerca y me tocó temblar; tú, que aún no me imaginabas, te quedaste mudo en el asombro y te tocó confiar las palabras a tu forma de mirar...

¡Y fuimos cómplices de una forma tan distinta...!
Tú, bebiendo de las líneas de mi vida,
Yo, viviendo del sueño de ti...

Y, en el instante más dulce, se nos acabó el tiempo de nuestra canción...
"Se nos fue, sin quejarse y sin quererlo...", como escribió aquel poeta...

Y me dolió, como le duelen las olas a las viejas rocas.
Y me alejé, deseándote el calor y el abrazo que siento cuando, de alguna forma, todavía me tocas...

Sí, ya te sé... quizá sea ese el problema.
Sí, ya lo sé... pero, ¿qué puedo hacer?

Dame tiempo y aire, como los tuyos, aquella vez...

Para que seas feliz, yo te doy camino y alas,
que lo único que tengo es este espacio que te dejo,
una raíz que me sabe un poco amarga
y en el alma un viento de tormenta que, sin remedio, te me arranca
y, sin preguntas, me tira y me arrastra...

Shh, no digas nada...

Te he descubierto en la piel, ciertos caminos que saben, de tu historia, capítulos que no acostumbras a contar...

Pero, calla, no rompas el silencio en el que te busco y me desvivo, que huele a cómplice nuestro latido y ya no me aguanto cuando me pide más.

Voy paseándote lento, parándome en cada una de tus aceras y, sin pedirte permiso... me recreo y, con descaro me revuelvo cuando el tiempo se me agota y las noches se me antojan cada vez más cortas...

Pataleo y me reafirmo, porque me siento capaz de llenarte tus momentos en un instante,
porque soy la chica invencible con la que alguna vez soñaste,
Porque no sé si fui, pero sé lo que soy cuando eres tú quien me eres...

¡Y qué placer perderme en tus mundos...!
De historias, de sueños, de letras... ahora con dueño.

¡Y qué dolor saber que me cambias! De horas, de vida, de señas... ahora prohibidas.

Pero, no digas nada... que cierro los ojos y sigo perdida en tus caminos de sal, en tus huellas profundas, en tu manera de brillar...

Hazlo fuerte y no te me acabes, que el sol no sabe de sombras ni el tiempo oculta verdades.

sábado, 24 de septiembre de 2016

Metamorfosis

Yo, que cuando me di, nunca supe enamorar...
Fui capaz de abrir fuego en mi crisálida para sentirme mariposa en el iris de tus ojos.

Yo, que fui tan solo un tallo fuerte...
Pude verme vestida de colores, soñando con tu risa, viviendo de tu piel...

Yo, que a veces también me ahogaba en mi lago de los truenos,
Pude descubrirme como el cisne que navega en los ríos de tu voz, en tu barco de papel...

Yo, que siempre soñé con el cómo, el cuando, el dónde... pero nunca con quién.
Abrí el alma para verte desde dentro,
Escribí el latido que te diera, en el tiempo de descuento.

Yo, que andaba sin buscarte.
Tú, que vivías el momento...
Me quedó el placer de tropezarme,
Te llevaste todo el sentimiento...

lunes, 19 de septiembre de 2016

Las cosas que ya no sabré

No imaginas cuánto me habría gustado saber de qué forma se te removía la sangre cuando yo te decía... 'te echo de menos'.

La forma en que se te abría la vida que guardas en los ojos cuando, en cualquier papel (a propósito olvidado en alguno de tus bolsillos), leías de mi puño y letra 'amor, cuánto te quiero' (si es que eso, alguna vez pasó).

Ojalá alguna vez me lo hubieras contado. Así como me contabas las cosas que te inquietaban, como me explicabas de forma sencilla, el sonido tranquilo de la lluvia en tus ventanas, el olor salado de tu dulce orilla...

Ojalá.

Me faltó eso, ¿sabes? Saber que me sabías. Sentir que me sentías.

Si es que eso pasó alguna vez...

Un momento de tus ojos vulnerables,
Si se te contenía la emoción entre el pecho y la garganta,
Si, al leerme el alma, se te escapaba un 'yo también'...

Me rendí. Me cansé de adivinarte.

Quizá intenté soltarte para que, de pronto, me agarraras más, para que me tomaras de la mano y me dijeras: 'jamás vuelvas a alejarte'

No lo hiciste y nuestro hilo se rompió.

Quizá no lo sentiste. Tal vez, nunca existió.

O fue, quizá, que no nos entendimos las maneras:  tú gritabas para que te escuchara el mundo; yo susurraba para que me oyeras tan sólo tú...

Son estas las cosas que nunca me contaste, que no sé si viviste y que nunca olvidaré.

Me quedo con la herida de las cosas que no me compartiste, que ya nunca sabré...

sábado, 17 de septiembre de 2016

La vida es retomarnos... siempre.

Los dientes son enemigos de las distancias y no sé si te has dado cuenta de que los míos hacen buenas migas con tu piel.

Dejo abiertas puertas y ventanas, pa' que entre el aire si no entras tú, pero no te quedes los sentidos pa' otro rato, cuando me dejas señales a contracorriente y aciertas a volverme loca...

Busco las respuestas que me debes, en la línea de la vida de las manos de viejos poetas y aparco la sensación de que no entendamos que, por muchos rodeos que nos robe la vida, el destino es sólo uno y el nuestro sigue enredando mi pelo en tus dedos...

Quizá te canse, como a mí, el cuento de unas huellas que no te dibujan caminos a lo largo del cuerpo, y es posible que sin pensarlo, eches a andar, sin saber cuándo, ni cómo, pero sin que te falte el porqué: porque descubriste que, de repente, te falté...

Y ¿qué me dices si te digo de tomarnos un café, de volver a conocernos, de mirarnos, de charlar...?

¿Qué me dices si te digo que la vida es, a veces, volver a comenzar...?

viernes, 16 de septiembre de 2016

Las cosas que tenemos

Tú tienes la risa y ella la culpa,
Yo tengo los labios más muertos de sed.

Tú tienes el tacto y mis manos las prisas,
Yo tengo impacientes el alma y la piel...

Tú tienes siempre la palabra precisa,
Yo tengo distancias que saben a hiel...

Tú tienes miradas que paran el mundo,
Yo tengo el tiempo rendido a tus pies...

Tú tienes olores que despiertan mi sangre,
Yo tengo despertares dondequiera que tú estés...

Tú tienes los pasos perdidos desde hace algún tiempo,
Y yo aún tengo este cuento de hadas palpitándome dentro...

jueves, 15 de septiembre de 2016

Destino

Es absurdo querer despistar al destino.

No se pueden guardar escalofríos en un cajón, ni se puede quemar un latido...

Por más que cambiemos de zapatos, los pasos son siempre los mismos.

No se tuerce un camino por volver una esquina, ni se pierde de vista por dejar de mirar...

No se acaba la noche porque se esconda la Luna, ni te sostiene el aire si no quieres volar...

No dejan las olas de morderte la orilla, ni serás más dulce por alejarte del mar...

Es ridículo huir de tu sombra.
No tiene sentido soñar por soñar...

Si me lees y te acuerdas, volverás a verme y, a pesar de todo, sabrás que es verdad.

No importa la senda que elijas ni los pasos que des.
No importa la gente que te rodea ni los gestos que ves.

Importa qué quieres y por lo que mueres.
Importa qué sientes y por lo que vuelves...

Hay verdades escondidas en libros.
Y hay libros con su historia detrás...

Hay almas que viajan por escrito,
Y buzones llenitos de 'ojalás'...

Hay dolores que agotan los sentidos,
Y hay amores que nunca morirán...

Es absurdo querer despistar al destino,
Vayas donde vayas, él te encontrará...

sábado, 10 de septiembre de 2016

Algo así como otoño

En otoño, a los árboles se les caen las hojas como las almas al viento.

Allí donde quede la tuya será el lugar desde donde volver a empezar.

Por que de esta estación parten los trenes sin un destino fijado.

Dale vida a tus pasos cuando quieras volar y sueña, sueña... ¡SUEÑA!

M.

jueves, 8 de septiembre de 2016

TENÍAMOS UN TRATO

Deberías dejar de hacer eso.
Ese tipo de cosas... ya sabes.
Esas cosas que te hacen, de repente, un poco de todos.
Esas cosas que haces sin querer y sin dudar.

Deberías dejar de hacer esas cosas que consiguen que aparte lo que tengo entre las manos y me pare a observar.

A observarte. A mirarte y suspirarte y a pensar de nuevo que fue así. Que fue por eso.

Sé que siempre creiste que fue tu sonrisa o tu forma de mirar...

Estabas convencido de que algo tendrían tus pasos o sería, lo bien que sonaban en tus manos las caricias que conté de seis en seis... a cada rato.

No quise sacarte del error porque era eso lo que cualquiera habría esperado.
Era lo lógico, lo fácil.
Era mejor así...

Pero no fueron, al menos al principio, ni tus manos, ni tus ojos, ni tus pies...
Ni siquiera tus abismos.

Fue siempre ella. Tu alma. Y lo que hacías con ella.
O lo que conseguía ella de ti...

Son las cosas que haces con el alma.
Son las cosas que tu alma hace... cont(m)igo...

Fue así cómo me enamoré de ti.

Y este no era el trato...

Tú te ibas y yo olvidaba.

Pero sigues haciendo esas cosas...

Y así... ¿Cómo?

Tú vas haciendo y yo voy pensando... ¿Cuándo te me vas a pasar?

miércoles, 7 de septiembre de 2016

AVANZAR...

Tú con tanta vida y yo con el corazón medio deshecho.
O a medio hacer, según se mire...

Yo lo miro con los ojos inquietos de los días que están por venir.

Tengo la oportunidad hablándome bajito,
Y el pecho preparado para lo que haya que sentir.

Hace un tiempo que ya no me grito,
He aprendido a escucharme y me va mejor así.

Se me va olvidando la huida por instinto,
Ya no espero ni te busco, pero sigo estando aquí.

No es verdad que no te piense,
Aprendiste la manera de quedarte aquí a vivir.

Pero no recreo mi mirada en tus principios,
Y no rebusco en los valores que te supe descubrir...

Me pinto los labios y siembro el viento de sonrisas,
Por si me nace algún latido que se parezca más a mí...

Y no sé dónde me llevan los pasitos que voy dando,
Sólo sé que estaba andando cada vez que me caí...

lunes, 5 de septiembre de 2016

Un pasado que quema

Era el Sol de aquel atardecer,
La arena en mis pies,
El vaivén de las olas...

Era el tic-tac que se lleva el tiempo,
Los minutos del día,
La mañana perfecta...

Era el fuego en la llama,
La chispa en mis ojos,
La esperanza del alma...

Era el sueño real,
La sonrisa valiente,
El abrazo eterno...

Era mis pies en la tierra,
Las alas de mi espalda,
La verdad de mi historia...

Era el latido en el pecho,
El sabor en la boca,
El cariño en cada gesto...

Era las caricias de la música,
Los nervios en mis cartas,
La Luna, cuando yo la miraba...

Era la risa de un niño,
La ilusión desbordada,
La calma, cuando todo quemaba...

Era la vida y el porvenir,
El secreto guardado,
La mirada... a lo más hondo.

Era el pellizco en el brazo,
El despertar siempre soñando,
La espera de un beso.

Era el Te Quiero gritado,
Un camino llenito de pasos,
El azul del cielo despejado...

Era la lucha con mis tormentas,
El ancla del barco,
El puerto seguro...

Era el escalofrío de emoción,
La lágrima que cura y no moja,
La mano tendida que nunca reprocha...

Era la poesía y su rima,
Los renglones azules,
La inicial de todos los nombres...

Era los ojos del mundo,
La sonrisa del mar,
Los pies del destino...

Era el viento que revienta cristales,
El mensaje en la botella,
La isla de mis sentidos...

Era un café disfrutado,
Las palabras de muchas charlas,
El viaje hacia adentro...

Era corazón y mi latido,
Lo que nunca esperé,
Un regalo infinito...

Era amor en todos sus rincones,
Era la verdad sin temores,
Era el coraje y yo fui el miedo...

Era nido, era hogar, era manta y era abrigo...

Era un sueño, señores.
Era eso y muchísimas cosas más.
Era y es.
Y supongo que siempre será.
Aunque, a veces, la ausencia lo niegue...