Buscar este blog

Translate

miércoles, 30 de noviembre de 2016

1

Este 1 me vino envuelto en poesía.
Me pintó el sol en el cielo,
Le dió cobijo al alma
Y me vino a cumplir mil deseos...

Este 1, que es comienzo,
Son, tambien, 32 pasos de un camino.
Derrotas y Victorias,
Familiares y amigos,
que acabaron dándoles sentido...

Para este 1 tomo aire,
que es pulmón y regalo.
Y también recuerdo y olvido.
Y tacto y suspiro.

Este 1 no me frena,
Porque voy a por 1 más...

¡Este 1 se me queda pequeño
Porque sois muy grandes!

¡GRACIAS!

sábado, 26 de noviembre de 2016

Al Hombre de mi Vida (orgullosa de haber sido aquel broche en tu pecho)

En días como hoy...
¡cuánto me gustaría creer!

Creer firmemente que llegará el día
en que ya no te extrañaré.
Que no te pensaré, lejano y sonriente.
Que no hará falta vivir en tu silbido,
Que al abrir los ojos, me estarás esperando.

Y yo, soltándome la coleta,
Volveré a correr, a reír, a sentirte.
Volveré a nacer...

En días como hoy...
¡cuánto me gustaría tener esa Fe!

Porque 98 son las veces
Que cada cinco minutos me faltas.
Y sé que el año que viene, serán 99,
Porque, justo ayer, conté 97.

Te fuiste,
y se presentaron diferentes las primaveras,
Los meses avanzan, pero a veces...
Pongo mis ojos
en los días que quedaron atrás,
Y no ando del todo
sin tus manos ya arrugadas,
Sin tu fuerza que, poco a poco, te faltaba.

No encontré las palabras,
(Porque aún no las conocía),
Pero me sobraban tus latidos,
Esa forma de mecerme,
De echarme a tu lado
Y quedarme dormida.

Eres tú el hombre de mi vida,
Porque es imposible que alguien, me ame más.
Y que, casi sin habernos disfrutado,
Por aquel tiempo que tuvimos,
Merezca la pena todo en mi vida.

Porque no te veo,
Pero te quedaste en la música,
En cada otoño,
En los inviernos de este corazón.
Y en las ganas de encontrarte otra vez...

Porque viaja en el viento, tu voz firme,
Tu abrazo grave, tu beso eterno.

No te veo, pero no te fuiste,
Estás en los rayitos de Mi Sol,
De tu luz bonita...

Estás en mis ganas y son tuyas las fuerzas.

Me quedaron tus ideas,
Tus férreos valores,
Tu lucha sin descanso...

Tu manera de mirar, es ahora mía.
Y también esa forma tuya que tuviste de amar...

No creo.
Será porque tampoco tú lo hacías...

Nuestro mañana prometido,
Es nuestro hoy compartido,
Porque sé que me arropas
Y me sigues cantando...

Y te confieso que más de una noche te sueño,
Y, en más de dos,
El abrazo nos dura más de un rato...

Por eso yo te creo.
Y me creo.
Y no hace falta nada más...

Te quiero, iaio.

¡Feliz cumpleaños!

martes, 22 de noviembre de 2016

Me pusiste precio...

Te encontré tocándome a la puerta
Y te dejé pasar.
Te ofrecí un café recién hecho
Y te conté la historia de mis muebles rotos.

La foto en la pared,
Las flores del balcón,
La radio siempre puesta
Y un baile, si se tercia.

Te dejé allí adentro
Y salí a buscarme un Sol para el salón.

Cuando volví tú ya no estabas.
Ni los muebles,
Ni aquel marco.
Ni las flores,
Ni una razón.

Hoy te acercas a la orilla de este cuerpo,
Ofreciendo una explicación...

Y no entiendes, vida mía,
Que ya no te pido cuentas,
Que el corazón se me acostumbró.

Pensé, cuando te fuiste,
Cargado con mi pasado,
Que bien pago tuve
Si en algo te ayudó...

Y vas rozando
Esta piel que no te tiembla,
Y vas buscando
Lo que un día te sobró.

Y ahora que ya no me importa,
Anda, ve y dedícame otra.

Vende también este momento,
Bailame y dime 'lo siento'.

Muere tú, también de amor...

viernes, 18 de noviembre de 2016

Ojos de lluvia

Tenía un libro escondido en los ojos.

Ojos de besos y antojos.
Caramelo en los labios y curiosidad en las manos,
Ganándole a la vida batallas sin descanso.
Deseo en la boca que muere de instinto,
Corazón renovado que late distinto.

Ojos de princesa y de cuentos.
Viendo realidades y creyéndose ajena,
Tentando a la suerte sin pausa y sin tregua.
Besando la lona del tiempo y la vida,
Sientiéndose sola, planeando la huida.

Ojos de lucha y cansancio.
Se echa a la espalda derrotas sin dueño,
Conoce las cenizas, pero no sabe del fuego.
Barriendo mañanas repletas de sueños,
Tejiéndole otoños a sus alas sin vuelo.

Ojos de lluvia y fracaso.
Frente a frente y sin hablar,
Dolor reflejado en la piel,
Arrugas de angustia en la voz,
Sueños, que no supieron a miel.

Le leí la historia en cuanto miré sus ojos.

domingo, 13 de noviembre de 2016

No eres tú...

Ahora que te me das en cualquier rincón de la casa.
Ahora que dejas tus cosas por el suelo y encuentras mis sueños por el aire.

Ahora que sé cada vez que te me asustas,
Después de tanto pedirte que no te me acabes.

He salido a rescatarme de tus rincones sin salida,
Dibujando a cada instante calles y avenidas.

He visto mis pasos en tus ojos,
Favores de manos que se me ofrecían.

Has querido bailar esta noche
En el salón, sin música ni gente.
Y se me han quedado cortos
Tus cuentos en mi mente.

Ya no te encuentro leyendo bajo mi lámpara de noche,
Y busco finales que no lleven tu firma.

No se me enfría el café
Ni se me hace amargo ya tu nombre...

Se me ha instalado la vida aquí en el piso:
Me ocupa tus espacios reservados
y me llena tus vacíos sin permiso...

Y tú no lo ves,
Que estoy tan lejos que ya no me tocas.

No me alteras la vida en la tripa,
No me quemas cuando me digo de arder.
No me arrancas suspiros del alma,
No me inquieta que quieras volver.

Me diste tiempo y se te hizo tarde.

No eres tú.
Es que ahora... soy yo.

jueves, 10 de noviembre de 2016

No lo entiendo y ocurre.

Pasa, en ocasiones,
que el latido abandona al corazón.
Que el tacto no es vehículo para el calor.
Que el vacío es más grande que el abrazo.

No tiene sentido y, sin embargo, ocurre.
Que la sangre sólo pasea.
Que el dolor en otros ojos, no nos duele.
Que los genes son ajenos,
Que el frío no nos hiela.

Y dan ganas de sacudir el mundo
Y preguntarle: "¿qué coño te pasa?"
Que ya no lo sientes,
Que ya no te afecta.

¡Y dan ganas de echar a correr!

Para volver a sudar,
Para que el esfuerzo te haga,
Para sentir que estás vivo,
Para que el alma te arda.

Y es que, a veces, el ser humano deja de ser...

sábado, 5 de noviembre de 2016

A través del cristal

A veces, es bueno pararse a observar.

A mirarse por dentro,
a resolver el pellizco,
a dolerse en el fondo,
a juzgarse, a hacerse llorar...

A veces se para, para frenarse los miedos.
A veces se detiene para dejarse llevar...

Tu mirada, a través del cristal de los tiempos,
escucha el silencio de los pasos que te han llevado hasta donde estás.

Creer más en ti que en cualquier otra cosa.
Dudar más de ti que del aire y del capricho del viento.

Llevarte la arena en los pies y soltarla, a poquitos, en caminos inciertos.
Amar el hogar sin querer regresar...

Que pienses en mí y no te me asustes.
Que en el instante que detienes me encuentres y no te me quieras alejar...

Asomarme al balcón
de antiguas 'madrugás'.
Sentir que me sientes,
Aunque nunca digas 'ná'.

Quererte y no querer
Echarte de menos.

Mezclarse, sin parar,
Entre deseo y realidad.

Pararse y observar.

Observarte.

                                  Y parar.

martes, 1 de noviembre de 2016

Capitán de tus sueños

Me viene a la mente aquella noche en la que, entre risas y algún secreto, compartimos nuestro último rato de café.

¿Tú la recuerdas?

Yo te contaba de dónde me venía aquel miedo y tú confesabas algún que otro sueño...

Me dijiste que querías navegar: levar las anclas más trabadas, robarle el hueco a las olas... y zarpar.

Te escuchaba tan atenta, que me era muy sencillo descubrirte, en los ojos, cada milla de ese mar...

Y te dije (¿no te acuerdas?): "no te alejes de tu orilla. Sé que más pronto que tarde, el momento llegará"

Me miraste, con tus ojillos llenitos de esperanza, y respondiste con un tímido... "ojalá".

Pero yo estaba segura: lo tenías escrito en el destino y en las palmas de las manos. Y yo tenía un doctorado en leerte, sin descanso.

Y añadí: "créeme pero, sobre todo, créete. Y, cuando veas amanecer en aquella otra orilla, te acordarás de esta idiota, que estará a miles de Km y sonreirás".

Hoy, con un café más en el cuerpo y un cuaderno que me templa el alma, te confieso que, de las dos cosas que te confirmé, sólo estaba segura de una.

Llenamos la noche de tanta ilusión, que sirvió de pulmón para que izaras las velas...

Y ya lejos de aquí, te puedo sentir la emoción en los huesos.
Y sé que navegas: capitán de tus sueños, polizón de mis miedos...

No me dió tiempo a contarte
que siento amor por cada ocaso,
por eso no me matan las heridas
que las hojas secas de la vida,
van dejando tras sus pasos...

Pero me gana la batalla la nostalgia,
si me entrego a estos momentos.

Y me doy entera, sin excusas,
En la guerra de olvidarte,
De enterrar viejos recuerdos...