Buscar este blog

Translate

sábado, 9 de abril de 2016

Tú no me conoces

Tú no me conoces.
Sabes de mí lo que yo te he contado.

Tú no me has observado.
Has visto sólo la parte que yo te he mostrado.

Tú no me escuchas.
Has imaginado mi voz en las letras que te he ido dejando.

Tú no me has mirado.
Has intuído mis ojos, quizá, los has inventado.

Dices que me conoces, pero no sabes cómo me gusta tomar el café.

Dices que me has visto, pero no reconocerías el iris de mis ojos entre una multitud de miradas extrañas.

Se te llena la boca de contar mi pasado, pero no sabes nada de mi lucha, desconoces las veces que reí a carcajadas, no sabes de aquella vez que me rompí un diente, ni conoces la historia de esa cicatriz que me recorre el pie izquierdo.

Hablas de mi presente como si fuera tuyo,
Como si conocieras mi sol de todos los días y las maneras que invento para apartar las nubes y pelear contra el viento.

Dices que no tengo futuro. Y ahí no puedo rebatir, pero quizá tampoco tú lo tengas...

Sin embargo, ojalá los dos lo tengamos.

Esa es nuestra principal diferencia: tú lo tienes todo seguro y yo nunca doy nada por hecho.

Tú nunca me has contado nada, pero me atrevería a decir que eres más de té, q te gusta la cerveza amarga y fría y que te tiemblan las piernas siempre, 5 minutos antes.

Diría, sin temor a equivocarme, que te gustaría, a veces, vivir con una marcha menos, que extrañas ciertos olores y que llevas un tiempo echándole el freno al pecho y la vida.

Nunca he tocado tus manos pero sé cómo tiemblan, conozco sus gestos  cuando no te hallan y cómo cuentan tus secretos cuando rozan las seis, a cualquier hora...

Yo sé que no te conozco, porque nunca has querido.

Pero reconozco tus ojos, aunque no quiera, incluso cuando cierro los míos.

 

3 comentarios: