Fuiste dejando huellas, en silencio, por aquí tiradas, con el objetivo de hacerme tropezar y sentir que andas por aquí...
No me había dado cuenta, pero hoy nos encontramos en el marco de la puerta.
Y lo lograste.
En aquel último intento (o de los últimos, nunca supe...), no me aguanté y te lo escribí: "búscame, sé que sabrás encontrarme".
Me quise perder para perderte de vista.
Me quise alejar, deseando verte recortando mis distancias.
No me di cuenta y de repente, aquí estoy.
Y están tus cosas y tu aroma y tu vida...
Y ese olor a café en la orilla de tus mares,
Y esas olas de caricias en los vientos de tus dones...
Me asomé a la ventana por ver si venías,
Por saber si todavía sentías...
Me arropó tu luna y busqué el cobijo en nuestros ayeres, en el calor que me dejabas, en los otoños y en los amaneceres...
Te dije búscame cuando, de pronto, no te creas; cuando no te encuentres, cuando no te veas...
Te fuiste pero, antes, me dejaste tus huellas: como migas de pan, como senderos que el sol encuentra.
Dime que vienes, que ya estás llegando.
Que estamos en el marco de la puerta: tus cosas y yo.
Que romántico. ...sigue por favor.
ResponderEliminarQue romántico. ...sigue por favor.
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