Tu voz.
De las pocas cosas que la vida tiene a bien regalar y que nos permite, a los demás, encajar mejor las piezas de este puzzle que, a veces, es tan difícil de armar...
Déjame sentirte así siempre... cerquita.
Que tus susurros escondan caricias,
Que ya no sepa si sueño cuando tiemblo,
Que la emoción se me remueva
Y que en mis garabatos, de pronto, tú también sientas...
No me quites la oportunidad,
Las ganas de empaparme...
Si la vida es sólo un ratito,
Cántame que yo te bailo,
A gritos o muy bajito,
En el corazón y en el alma,
Nuestro hogar, nuestro rinconcito...
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