Después de acostumbrarnos a hablar siempre en plural,
Después de que no pudieran delimitar, de cada uno, su mitad.
Después de los viajes y los vuelos,
Después de jurar que nunca seríamos duelo.
Después de luchar por no acabarnos nunca,
Después del juego de los besos en la nuca...
Después de saciar el hambre de tus manos con trozos de mi piel.
Después de que tus labios calmaran la angustia añosa de mi sed.
Después, el fin de tus ganas de verme.
Después, la indiferencia tras mis ansias de olerte.
Después, la guerra fría de tu mirada hiriente.
Después, los cristales de mi voz.
Después y de pronto, dos desconocidos.
Después y de golpe, ya no somos amigos.
Después de mi, las eses de tu camino,
Después de ti, la vuelta a mis lápices sin instinto...
Después de haber sido nosotros,
Que seamos, sin remedio, sin el otro...
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